martes, 16 de febrero de 2016

...no quiero que vuelvas...

No quiero que vuelvas.
No quiero que vuelvas a aparecer en mis sueños.
No quiero que vuelvas a pasearte por mis pensamientos.
No quiero que vuelvas a mirarme de esa manera que un día me volvió loca.
No quiero que vuelvas a sonreírme de esa forma que hace mucho hizo que me enamorase de ti.
No quiero que vuelvas a entrar en mi corazón, del que tanto me costó sacarte.
No quiero que vuelvas.
Ojalá supiese como lograr olvidarme de ti por completo. En ocasiones he creído lograrlo, mas era tan solo uno de esos oasis. Vuelves. Entras en mis pensamientos y comienzas a revolverlos, y te vas, lo dejas todo desordenado; no sabes cuanto me costó lograr estabilizar todo aquello...
Pasas y sonríes de esa manera que solo tú sabes, y ya está. Lo consigues de nuevo. Te cuelas en mis sentimientos... otra vez. ¿Cómo puedo ser tan imbécil de creerte una y otra vez? Sueño despierta, creyendo que quizá esta vez si que pueda ser... Comienzo a construir pisos y pisos en mi castillo imaginario: una sonrisa, un ladrillo más; una mirada, añado otra planta... Pero de repente una voz (tu voz) explota mi burbuja, derriba ese rascacielos que yo había construido, y... caída libre.

Maldita sea, ¿por qué no fueron tus labios los que un día me rozaron? Tal vez así te hubiese sacado al fin de mi cabeza... No tienes ni idea de lo que llegué a sentir por ti. Y de veras, hubiese ido al fin de todo. Yo habría hecho lo que fuese, pero te juro que no era ninguna broma, lo habría hecho sólo por ti... Eso es lo que nunca llegarás a entender... Hubiera dado todo, TODO por ti... Podrías, al menos, tratar de entenderlo...

No quiero que vuelvas. No lo soportaría.
No quiero que vuelvas. Me volvería completamente loca.
No quiero que vuelvas. No sabes el daño que haces, lo que dueles.
No quiero que vuelvas. Aún es demasiado pronto.

No quiero que vuelvas... será lo mejor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario