lunes, 26 de enero de 2015

Tú. Tú y esa maldita sonrisa.

Y ahora vuelves, de nuevo sigues con tu juego, hasta que te canses de jugar conmigo de nuevo. De acuerdo me uniré a tu sucio juego, bueno a decir verdad no puedo; te quiero pero a la vez te temo,¿por qué? Ya he sufrido lo suficiente en estos jueguecitos vuestros,parece que todos sois iguales.
La verdad, a ti te creí distinto pero parece que no,que eres como todos esos: solo buscando chicas guapas, que estén buenas y poco más, a poder ser sin mucho en su hueca cabeza.
 Sigo sin comprender con qué fin lo haces, no consigues nada solo destrozarme, y hacerme creer e imaginar cosas que son imposibles. Al final vas a conseguir que no desee hablar contigo en todo momento, como todos y cada uno de los días que me despierto pensando en ti.
Quizás lo mejor sea que deje de crear mil historias en mi mente cada noche antes de lograr dormirme, dejar de pensar en ti cada instante que tengo libre o cada mañana al despertar, dejar de desear que me mandes un simple "Hola" al móvil o que me mires cada vez que nos cruzamos y me sonrías, o que me intentes picar y después,al conseguirlo, sueltes una de esas malditas sonrisas que un día me hizo no poder dejar de pensar en ella y sin más, esa que me volvió loca desde el primer momento que te vi.
Solo sé que te quiero, aunque me duela aceptar el hecho de que nunca vaya a conseguir una mínima oportunidad contigo. Te quiero, solo me queda decirte eso. Pero no puedo lo perdería todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario