Por siempre.

Después de muchos meses fríos, llega el verano, el reencuentro con los de siempre, los amigos de verdad, y comienzan las cenas con sus correspondientes sobremesas en las que arreglas el mundo en un momento, las noches en vela hablando sobre cualquier tontería...

Ellos son esas personas por las que sabes que merece la pena luchar. Y son ellos los que te dan razones por las que seguir adelante.

Y es que simplemente hay personas que tienen la capacidad de hacerte olvidar cualquier infierno pasado, que de cualquier pena sacan una sonrisa, y son capaces de hacer que cualquier momento quede grabado en tu memoria y sea (por siempre) inolvidable.

Pero todo se acaba, y las clases vuelven, cada uno vuelve a su supuesto hogar (y sí, digo supuesto, porque realmente tu hogar es donde tu corazón está );

pasan días, semanas, y hasta meses hasta que vuelves a poder estar con ellos, porque por mucho que hables, solo quieres tener a esa persona a tu lado, que te de un abrazo cuando lo necesitas, una 'lucha' que te haga volver a tu infancia, un paseo en bicicleta en busca de mil aventuras, un fin de semana recordando viejos momentos, o una noche de fiesta en un pueblo perdido de Segovia.

Y, ¿qué decir de los cinco? ¡Si es que hasta parece que nuestro presente hubiese sido ya escrito! Somos como aquellos cinco personajes de los cuentos, que vivieron juntos mil y una aventuras.

A decir verdad, no sé que hubiese sido de mi sin vosotros. Un gracias se queda muy muy corto, nunca estaría a vuestra altura. Ya sabéis que no soy mucho de mostraros todo lo que os quiero y os aprecio, pero que sepáis que sois una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.

Y como bien decía  nuestra canción: 'Son mis amigos, por encima de todas las cosas. Son mis amigos'

Desde siempre. Para todo. Para siempre